publicacion
09-10-2024
Queridos amigos,
Muchos nos conocéis desde el principio de nuestra andadura, hace ya casi 15 años; otros os habéis ido incorporando a nuestra pequeña gran familia con el paso del tiempo.
Los que nos seguís sabéis que siempre hemos intentado ayudar a los más necesitados, enfermos, heridos, ancianos, maltratados, y a los que, bien fuera por su tamaño, su raza o su condición física, nadie más quería.
Dentro de los límites que nos imponía nuestro presupuesto y la falta de un refugio propio, jamás hemos mirado raza, tamaño o edad a la hora de prestar nuestra ayuda. Esto ha derivado en la situación insostenible en que nos encontramos ahora:
25 animales “invisibles”, muchos de los cuales llevan años con nosotros y no salen adoptados, pero que siguen generando gasto y ocupando un sitio en residencia.
Como decía, los que nos seguís sabéis que, desde un principio hemos trabajado con una residencia de animales, lo cual ha supuesto un gasto mensual considerable. Y debido al acúmulo de animales que nadie quiere adoptar, nos ha ido limitando más y más nuestra capacidad de atender más casos.
Por supuesto, a este gasto en residencia se han añadido los gastos veterinarios y de alimentación, que no son despreciables.
A los largo de nuestros 15 años de vida hemos podido cubrir esos gastos, y recuperarnos y seguir ayudando a los animales gracias a vuestras aportaciones y a las adopciones, con las cuales recuperábamos parte del dinero empleado en preparar sanitariamente a los perros para ser entregados a una familia.
Por desgracia, el incremento de los precios y la crisis económica de los últimos años que, estoy segura, nos afecta a todos, finalmente ha podido con nuestro difícil equilibrio.
La falta de adopciones, que ha supuesto el atasco del que os hablaba, más el aumento de los precios de residencia, alimentación y servicios veterinarios, sumado a que nuestras cuotas no han subido desde nuestra fundación y que hemos intentado mantener el coste de las adopciones en lo mínimo posible, nos han llevado a una situación insostenible.
Por este motivo y con el corazón roto, nos vemos en la necesidad de buscar protectoras o particulares que puedan hacerse cargo de nuestros animales, para poder cesar nuestra actividad, cancelando las pocas deudas que tenemos. Y digo pocas porque siempre hemos sido formales a la hora de pagar tanto residencia como veterinarios.
Pero actualmente tenemos el dinero justo para aguantar apenas dos meses, y no podemos arriesgarnos a que pase este tiempo sin haber dado salida a los animales que aún dependen de nosotros.
Por eso os rogamos a todas las protectoras y/o particulares que podáis haceros cargo de uno, dos o más perros, que nos ayudéis.
Nuestros animales están todos analizados, esterilizados, desparasitados y con sus vacunas al día. Asumimos que los muy viejos o enfermos crónicos se nos quedarán, y a eso quizá podremos hacer frente si podemos dejar de pagar un dineral mensual en residencia.
Os rogamos encarecidamente que no deis de lado esta petición. Que si podéis ayudarnos acogiendo uno o dos de nuestros animales, lo hagáis, y que quienes no podáis, nos ayudéis difundiendo este mensaje. La vida de 25 perros depende ahora de vuestra ayuda… porque por desgracia, la vida de la Asociación Protectora Argos, si no ocurre un milagro, ha llegado a su fin.
Con el peso de la pena y el corazón roto por ver deshecho el trabajo y el esfuerzo de estos 15 años, os agradecemos la ayuda que nos podáis prestar.
Un abrazo a todos los que nos habéis apoyado a lo largo de esta aventura.