Jara

Era un amor de perrita, dulce, súper cariñosa, sumisa, confiada y dócil. Un encanto!! Pero la mala suerte se cebó en ella, y desarrolló un cáncer, y aunque intentamos mantenerla con tratamiento, no hubo posibilidad de alargarle la vida sin que sufriera, hasta que finalmente nos vimos obligados a eutanasiarla. Por desgracia fué muy corto el tiempo que pudo disfrutar del cariño de una familia que realmente la quisiera sin utilizarla.
Ahora ya ha dejado atrás los sufrimientos de todo tipo, y nos espera jugando feliz en el Puente del Arcoiris. Nos volveremos a ver, preciosa.